
Es sólo una cuestión de actitud
A veces no se trata de poner más “huevo”, se trata de poner más “juego”
“Es sólo una cuestión de actitud, si lo cuentas no se cumple el deseo”, canta Fito Paéz en la canción con el que comienza el disco Abre de 1999. El tema lo popularizó Marcelo Tinelli al usarlo de cortina de inicio para su programa. Un tiempo, la frase ya era parte de la enciclopedia del deporte, más precisamente, de la del fútbol.
“Me voy conforme porque les muchaches tuvieron actitud”, dijo el entrenador de un equipo que perdió sin generar una sola situación de gol. “La clave para llevarnos los tres puntos fue la actitud”, declaró le DT de otro conjunto que ganó, tirando mas la pelota a la tribuna que en dirección al arco. Los técnicos hablan siempre de la actitud. Ahora ¿Qué es tener actitud?
La definición teórica del concepto de “actitud” es que se trata de una predisposición a actuar de determinada manera hacia algo (entidad, persona, concepto). Primera aclaración, no es una conducta. La actitud es una manera de pensar acerca de algo, que puede derivar en una acción. Si se tiene una actitud positiva hacia el chocolate, se come chocolate.
Llevándolo al fútbol, tener una predisposición positiva hacia ganar significa hacer lo necesario para conseguirlo. Teniendo en cuenta esto ¿habrá algune jugadore que no tenga actitud? ¿Existe alguien que no quiera ganar? Parece demasiado obvio que une entrenadore felicite a su equipo por “tener actitud”. En realidad, lo básico es tener actitud y después sumarle otros aspectos más importantes. Esto no quiere decir que no haya aspectos anímicos que influyan en el comportamiento de les protagonistes, pero tampoco se puede estar tirando flores y destacando lo mínimo indispensable que se necesita para salir a una cancha.
Les hinchas usan mucho la palabra actitud. La utilizan como sinónimo de entrega y la asocian a términos bien de cancha, como el “huevo” o la “garra”. Cuando el equipo pierde, inmediatamente se le pide que ponga más actitud. No importa como haya jugado, la cuestión siempre pasa por la actitud. Ocurre lo mismo cuando gana. Cuando une hincha remarca: “Muy los chiques pusieron actitud”, en general quiere decir que se defendieron como nunca y molieron a patadas al rival.
Así, el concepto de actitud se va desvirtuando y en vez de relacionarlo con una predisposición positiva hacia el juego, se lo relaciona con la conducta de pasar por encima al rival. La murra iguala al caño en aplausos y el correr vale más que una pared.
Muchas veces los partidos no se definen por una cuestión de actitud, o por lo menos de esa actitud malentendida. El resultado llega por la valentía de animarse a buscar un resultado producto de un juego vistoso.
Incluso desde el periodismo se utiliza demasiado esa mala acepción de “actitud”. Hay que tener cuidado con el uso de algunos conceptos, ya que si bien parecen inocentes palabras, terminan sirviendo de justificación para el fútbol mal jugado que se ve en las canchas. El deporte es una cuestión de actitud, pero siempre de actitud positiva hacia el juego.
Del Autor